PRÓLOGO
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forma ordinaria, la normal algébrica, ó la Hessiana;
hacer pasar una recta por el punto de intersección
de otras dos dadas y comprobar después si se veri
fica la concurrencia de las tres, hallar ángulos de
rectas, etc., y establecer la polar del punto de con-
verjencia de varias rectas que cortan á otras dos
que se toman como ejes.
Se comprende que el argumento del capítulo Y
debe merecer una especial dedicación no solo por su
capital importancia histórica sino también por las
notables aplicaciones que orijinan en el vasto cam
po de la enseñanza de la Geometría, la Mecánica, el
Cálculo lnfinitesinal, la Astronomía y la Geodésia.
Oportuno nos pareció además, con tales motivos,
hacer referencia á la importante obra de M. Marie
(Histoire des Sciences Mathematiques), en la que el
lector podrá ilustrarse con datos curiosos sobre los
trabajos de los geómetras de la antigüedad, al fren
te de los cuales se cuenta Appollonius de Perga
(—246), y los de los posteriores.
De la lectura de dichas noticias se puede inferir
que Appollonius realizó tal revolución con sus traba
jos sobre las cónicas, que puede compararse con la
que produjo Descartes al plantificar su inmortal sis
tema de coordenadas. Ambos fueron fuerza regu
ladora de los estudios que, sobre cada una de sus
materias respectivas llevaron á cabo los autores que
los precedieron.
Entran como principios fundamentales para el es
tudio de las cónicas, y como primera división de
este capítulo, establecer las condiciones necesarias
para determinarlas, nociones sóbrelos descriminan-